La verdad es que no se que hacer. Ya no
le encuentro atractivo a casi nada.
Si me paro a pensar, cada día es peor
que el anterior, apenas tengo motivación alguna y tampoco creo ser
gran cosa para nadie. Lo único que consigo aquí es otro día
pensando que me quedan muchísimas cosas por hacer, obligaciones que
tengo que cumplir.
Lo peor es que la mayoría no conducen
a ningún sitio.
Y todo esto para acabar sin ser nadie,
nada. La mayoría de gente se consuela pensando que en el futuro les
irá mejor, pero yo me pregunto ¿y por que no ya?.
Claro, que tengo mi manera especial de
juzgar si un día va bien. A veces son solo pequeños gestos que
hacen que olvides problemas mayores, aunque sea temporalmente.
Pero ya, ni eso. A lo mejor es que he
hecho algo mal, por que antes no era así. Si un día se parece a
otro, en mi caso, solo puede ser por eso.
No digo que lo pase realmente mal.
Suelo reírme, hacer bromas, contar gilipolleces... Más o menos lo
que suelo hacer. Pero hay pequeños gestos que no son lo
suficientemente grandes como para tapar lo demás. Es todo cuestión
de llegar a casa y ver como cada uno se dispersa o se hablan de forma
fría. Y yo estoy en medio, sin hacer nada. No pongo en duda que me
quieran, pero...
Todo esto sería diferente si no
pudiese decir lo mismo de mis amigos, si es a algunos los puedo
clasificar como tales.
Cada vez noto que le importo menos a
todos. Son los detalles como un “¿que tal?” los pocos que me
alegran y me hacen pensar lo contrario, pero supongo que eso será
mucho pedir.
Por eso siempre trato de ser así con
todos, aunque a veces me quedo con ganas de tener un gesto por
timidez. Igualmente, no funciona. Esperar que te traten bien por
hacer lo mismo es de gilipollas, sinceramente.
Y esto quiere decir que soy el primero
que tendría que tenerlo en cuenta.
También es que soy de los que se dejan
llevar muy rápido, así que en cuanto alguien muestra realmente como
es, ese lado de mierda que todos tenemos, se chafa cualquier ilusión.
Básicamente por eso escribo, para
darme constancia de ello, para pensar un poco sobre lo que ya sabía.
Y es que lo mejor es no esperar nada de nadie, pero eso es imposible,
así que ¿a que me lleva esto? A nada.
Dependo tanto y quiero depender tan
poco que me da asco.
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